Londres: Día 3

12/27/2010 Beldz 0 Comments


El tercer día amaneció, por suerte, claro y resplandeciente. Nos dirigimos hacia la Tower Bridge. Diseñado por Horace Jones en 1884, es el puente más emblemático de la ciudad. En las torres había una exposición sobre su historia y construcción, pero, al tener que pagar una elevada cantidad para entrar, tan sólo lo vimos por fuera.

A escasos metros del puente se encuentra la Torre de Londres, un magnífico complejo medieval construido en el siglo XI, mucho más conocido por haber servido de prisión a distinguidos personajes de la historia, como María Estuardo o Ana Bolena. En el centro se halla la Torre Blanca (White Tower), uno de los principales atractivos del palacio, pues alberga una bonita colección de armaduras de los reyes británicos, así como de espadas, pistolas, cañones y diversos objetos singulares -como el hacha de un verdugo-. También es necesario destacar las joyas de la corona inglesa -coronas, cetros, diamantes, colgantes...-, que se encuentran en diversas estancias extraordinariamente protegidas. Una visita que recomiendo encarecidamente. A mí me encantó.

Tower Bridge

Desde Tower Bridge a la Torre de Londres
Torre de Londres


Torre de Londres

Torre de Londres - White Tower - Armaduras

Torre de Londres - White Tower - Armaduras
Torre de Londres - White Tower - Capilla

Desde la Torre de Londres nos dirigimos, dando un paseo, hasta la catedral de San Pablo. Diseñada en estilo barroco por el conocido arquitecto Sir Christopher Wren tras el gran incendio de Londres de 1666, que destruyó la antigua iglesia medieval, posee la segunda cúpula más grande del mundo (la primera es la de San Pedro del Vaticano, en Roma). Sus frescos, que se pueden observar de cerca si subes unos cuantos escalones, narran la vida de San Pablo y fueron pintados por James Thornhill. Recomiendo mucho, si se tiene el ánimo de subir más, ascender hasta la llamada Golden Gallery, donde podréis ver una espectacular vista de Londres. El camino es difícil y cansado, hay que subir muchísimos escalones -entre subir y bajar, más de mil-, pero vale mucho la pena hacer el esfuerzo.

Cuando bajamos de las cúpulas, y tras descansar un rato, pues las piernas me temblaban un poco, dimos un recorrido por la nave central y fuimos hacia la cripta -me sorprendió que hubiera un restaurante y un sitio de comida rápida. La verdad es que no había visto nunca una cosa así-. En ella están enterrados un buen número de personalidades históricas: el almirante Nelson y el duque de Wellington (con dos magníficas tumbas), el arquitecto de la catedral Sir Christopher Wren, y un montón de artistas, músicos y científicos como John Everett Millais, Sir Joshua Reynolds, William Turner, Henry Fuseli, William Blake, Alma-Tadema, Henry Moore, Alexander Fleming o Florence Nightingale.

Catedral de San Pablo

Catedral de San Pablo - Vistas de Londres

Catedral de San Pablo - Vistas de Londres
Royal Opera House

Comimos una pizza en un restaurante italiano que había frente a la catedral. Luego, fuimos hacia Covent Garden, una de las zonas imprescindibles de la ciudad. En el Apple Market había todo tipo de tiendas, desde ropa hasta libros y paraditas de artesanos. También actuaron diversos artistas callejeros. La decoración de navidad aún hizo más bonito el recinto. Estuvimos por allí un buen rato antes de ir a la National Gallery. Por el camino, pasamos frente al prestigioso teatro real (la Royal Opera House).

La National Gallery de Londres se fundó en 1824 y exhibe las pinturas procedentes de la colección nacional de arte del Reino Unido. A pesar de que hacían una exposición temporal sobre Canaletto, que me hubiera encantado visitar, tan sólo tuvimos tiempo de ver la colección permanente. Debo confesar que pensé, al ver el plano del museo en casa, que se podría ver en pocas horas, así que nos saltamos algunas salas porque ya estaban a punto de cerrar. De todas maneras, vi con atención lo que quería ver y lo que más me interesaba, esto es, la pintura europea de 1700 a 1900 y algunos imprescindibles de la pintura holandesa e italiana como "El matrimonio Arnolfini", de Jan van Eyck (que me decepcionó muchísimo) o "La virgen de las rocas", de Leonardo da Vinci.

Al salir, como aún podíamos aguantar un poco más, dimos un pequeño recorrido por el Soho, que al ser viernes estaba abarrotado de gente.

Royal Opera House
Covent Garden

Covent Garden
National Gallery

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