Los templos griegos, de Tony Spawforth

3/21/2009 Beldz 0 Comments


Título: Los templos griegos
Autor: Tony Spawforth
Editorial: Akal, 2007
Nº de páginas: 240
Precio: 40€

Argumento:

La belleza y ejecución de los templos griegos ha sido motivo de admiración durante siglos. Su diseño y construcción no se han superado. Los ejemplos mejor conservados, como el Partenón ateniense, el templo de Segesta en Sicilia o los de Paestum en el sur de Italia, siguen despertando nuestro respeto e imaginación. El presente libro, el primer estudio que los aborda en su totalidad, nos narra su historia como fenómeno cultural, al tiempo que se ocupa de su extensión desde Libia hasta Ucrania, y su relación con los ámbitos de la religión, la política, el arte y la arquitectura tanto de la Grecia clásica como de la Antigüedad tardía.
Escrito por un especialista en la materia y profusamente ilustrado con fotografías, mapas, planos y dibujos, Los templos griegos constituye tanto un utilísimo material para viajeros como una obra de referencia para estudiantes e investigadores. El texto se articula en cinco secciones:

- El hogar de los dioses. Desarrollo, apogeo y decaden
cia.
- Construir para los dioses. Emplazamiento, construcción y decoración.
- La vida del templo. Las partes del templo y sus funciones.
- Encuentro con los dioses. El templo en su emplazamiento sagrado.
- Templos y dioses. Siete viajes por las tierras griegas.


Para que veáis un poco lo que podéis encontrar en este libro, he querido copiar el fragmento de uno de los templos más famosos de Grecia: el templo de Zeus en Olimpia, una de las numerosas pólis de la región del Peloponeso. En torno a él, se celebraron los primeros Juegos Olímpicos, datados tradicionalmente en el 776 a.C., y se rendía culto a Zeus, el dios principal del panteón griego, representado en su templo de Olimpia con una fabulosa y enorme estatua, equiparable a la crisoelefantina de Atenea en el Partenón de la Acrópolis de Atenas.

El templo de Zeus en Olimpia

El templo de Zeus, todo un monumento a las rivalidades interestatales de los griegos, fue construido por iniciativa de Elis para vanagloriarse por la conquista de Pisa y otros vecinos, y la gran estatua que albergaba en su interior pudo tener como objetivo rivalizar con la colosal estatua del Partenón. El templo estaba terminado para el 547 a.C. Medía 27,68 x 64,12 metros a la altura del escalón superior, era el más grande del Peloponeso, con 6 por 13 columnas dóricas, y se componía de los habituales pórticos flanqueando un santuario con puertas de bronce y un corredor formado por dos hileras de columnas superpuestas que conducía a la estatua. Pausanias menciona una escalera de caracol que ascendía desde el ático.
Para su construcción se empleó la piedra caliza conchífera de origen local, estucada y pintada, y mármol de Paros para las metopas esculpidas con los Trabajos de Hércules, situadas sobre ambos pórticos, y los grupos que mostraban la carrera de carros de Pelops y la batalla entre los griegos y los centauros en los frontones occidental y oriental respectivamente.

Recreación artística del santuario de Olimpia basada en las excavaciones arqueológicas realizadas por el Instituto Arqueológico Alemán. Los templos de Hera y Zeus son visibles a izquierda y derecha respectivamente. Al fondo se alza una fuente romana de época imperial, restaurada en la actualidad de forma bastante diferente.

En el interior del santuario se encontraba el Zeus entronizado, de oro y marfil, una de las antiguas maravillas del mundo. Se estima que tendría una altura de 12,27 metros y fue encargada al ateniense Fidias después de un cambio en el plan original. Las huellas del enorme pedestal, que apenas cabría en el espacio central, muestran que en un principio el proyecto contemplaba una estatua más pequeña. La experiencia que se viviría con esta visión nos la ofrece Pausanias en el siglo II d. C., que menciona un estanque realizado en piedra negra y lleno de aceite de oliva para proteger el marfil y producir reflejos; también habla de barreras pintadas "para que parecieran muros", para mantener apartada a la gente; de una galería "por arriba" a modo de mirador; y de una cortina de lana purpúra "que colgaba hasta el suelo", ofrenda del rey seléucida Antíoco IV (muerto en el 163 d.C.). Los restos también apuntan a la existencia de una segunda verja de metal, que cruzaría el santuario de pared a pared a la altura de las segundas columnas.

Recreación de la fachada principal del Templo de Zeus
Recreación de la estatua gigantesca de Zeus

Este templo experimentó abundantes y extensas reparaciones durante los ocho siglos en los que estuvo en activo, entre las que se cuentan la sustitución de figuras en los frontones y la repavimentación del pórtico delantero con pavonazzeto, un mármol de color muy apreciado por los romanos, en época augustea. Ca. 267 d.C. el templo fue protegido por una fortificación construida apresuradamente, y ca. 300 d.C. el tejado fue objeto de una última reparación de importancia. Con la abolición del culto en el 391 d.C., la estatua fue trasladada a Constantinopla para pasar a formar parte de la colección de un experto, y el templo terminó arruinándose. Las columnas se desplomaron a causa de un terremoto en el siglo VI d.C.

  • Para más información:
Los templos griegos en Akal
Los santuarios griegos en A Young Knight Travel

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